Pongamos, por ejemplo, que el ayuntamiento se equivoca y por error me cobra el impuesto de circulación de un vehiculo, puestos a imaginar, va, que sea un Ferrari.
Es de sentido común pensar que si yo tengo que reclamar judicialmente al ayuntamiento le reclame la devolución de las cantidades cobradas indebidamente.
Nadie en su sano juicio, pienso yo que reclamaría al ayuntamiento que le pagara un Ferrari con el argumento de que al cobrarle el impuesto este asumía que el vehiculo era de su propiedad.
En can Canyamars el ayuntamiento nos cobro a las viviendas una tasa de clavagueram y hay gente mucho más entendida que yo de leyes que dice que estaba mal hecho.
No voy yo, ignorante, a discutir la tesis pero si que el sentido común me dice que las conclusiones no son las correctas.
Me dice el sentido común que de iniciar un largo y caro proceso judicial en contra del ayuntamiento por este motivo, de ganarlo, a lo máximo que podemos aspirar es a la devolución de las tasas cobradas indebidamente.
No creo yo, que lo mismo que en el caso del Ferrari, ningún juez condene al ayuntamiento por un importe mayor.
Entiendo también que el ayuntamiento para cuadrar el presupuesto y devolvernos la tasa puede, cumpliendo la ley cobrarnos la licencia de obras de arreglar las calles que en nuestro caso no cobra y salirnos la cosa mas cara.
Siempre he pensado que un dialogo constructivo y cómplice con nuestro ayuntamiento nos va a dar mejores frutos a todos que andarle buscando constantemente los tres pies al gato.
A mi el sentido común me dice que de tener tan claro que la ley esta de nuestra parte, el abogado puede ser contratado a comisión sobre los resultados, es decir que de salir bien la cosa se quede con un porcentaje de la indemnización que nos corresponda, yo que soy generoso estoy dispuesto a darle hasta el 50%.
Con lo que si esta tan seguro de ganar, de aceptar, se podría comprar el Ferrari del ejemplo.