Llega un momento en que las personas necesitamos ser dueños de nuestra propia vida, tomar nuestras propias decisiones, elegir nuestras prioridades y disponer libremente en que queremos gastar nuestro dinero.
Esto es un síntoma de madurez, pasa en todas las familias, emanciparse no quiere decir que dejes de querer a tu familia, muy al contrario al separarte es cuando más los aprecias.
Todos, llegada una edad tenemos ese deseo, esa necesidad y no por ello dejamos de querer a nuestros hermanos o a nuestros padres, es cuando nos impiden ser nosotros que se crean los conflictos.
Con los pueblos pasa lo mismo, cuando maduran quieren tomar cada vez más sus propias decisiones, es frecuente ver en los países más desarrollados social y económicamente como se hacen cada vez mas consultas en los ámbitos y en los temas que afectan a los ciudadanos.
No se si en el país que vivo tenemos ya esta madurez pero por lo que pude ver el pasado Sábado en Barcelona, hay muchísimas personas quieren ejercer su derecho a decidir en libertad.
Tal vez así nuestras administraciones sean más eficientes y dispongan de más recursos para solucionar las demandas que les hacemos los ciudadanos.
Entre otras cosas disfrute mucho haciendo fotografías que las comparto a continuación con vosotros, las condiciones de luz no eran las mas adecuadas pero estoy contento del resultado, seguro que al Eduard y a otros muchos les hará mucha ilusión verlas.
